Híbridos de cerveza y vino.... ¿ha oído hablar de ellos?
¿Y la Grape Ale?
La cerveza que se parece al vino puede parecer un experimento para los consumidores más conservadores, pero se lo aseguramos: el resultado dista mucho del desastre que podrían pensar.
Descubra el origen de la Grape Ale y conozca un poco más el proceso de elaboración de esta cerveza de frutas.
¿Qué es exactamente una cerveza-vino?
Cerveza-vino es una bebida híbrida producida mediante un proceso de elaboración de cerveza, pero con la adición de uvas viníferas en la fase de fermentación o maduración.
Surgieron en Italia debido a la amplia disponibilidad local de distintas variedades de uva en todo el país.
Lo interesante de estas cervezas es que pueden ser una expresión de terroir, la biodiversidad y la creatividad del cervecero.
Haciendo un paralelismo con Brasil, por ejemplo, donde los cerveceros usan y abusan de la creatividad utilizando ingredientes locales en la cerveza, los italianos usan y abusan de sus conocimientos sobre uvas y vinos para crear nuevos sabores.
En los últimos años, muchas cervecerías artesanales italianas han elaborado este tipo de cerveza, que también se produce en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda (probablemente por la misma razón de disponibilidad de materia prima).
Proceso de elaboración de la Grape Ale
El proceso de producción de Grape Ale, el nombre dado a este estilo de cerveza utiliza maltas Pilsen (u otras maltas ligeras o especiales) y uvas.
La fruta puede representar hasta 40% de la molienda total, es decir, de la malta molida utilizada en la elaboración de la cerveza.
El momento en que las uvas o el mosto de uva se introducen en la producción de cerveza puede variar. Pueden introducirse durante la cocción o la fermentación (primaria o secundaria) o durante el envejecimiento.
Las levaduras ale, belga, inglesa o vínica darán a la cerveza un perfil más neutro o afrutado, y se pueden utilizar distintos tipos de lúpulo, pero siempre en cantidades bajas para no sobrefermentar la cerveza.
Los ingredientes y las posibilidades de elaboración son tan diversos que el producto final puede ser una cerveza muy compleja o una simple y refrescante. Como ya se ha dicho, todo dependerá del tipo de uva, del momento en que se haya añadido y de los tiempos de maduración y/o envejecimiento.
Clasificación Grape Ale
Como no existe un estilo definido, registrado y reconocido para la cerveza, es habitual clasificar las Grape Ales como Specialty Beer o Fruit Beer.
Sin embargo, en mayo de 2015, el BJCP (Beer Judge Certification Program - organización fundada en 1985 para promover la cultura cervecera y desarrollar herramientas y metodología de evaluación de la cerveza) definió el estilo Italian Grape Ale en sus Directrices de Estilo revisadas, lo que supone un gran paso y reconocimiento para el mundo cervecero italiano.
Hay que destacar que Italia está entrando en el mapa mundial de las cervecerías respetadas con una gran presencia. Polémicas aparte, tanto si Italia forma parte de la escuela cervecera del Nuevo Mundo como si no, e incluso si el estilo está en el Apéndice B (de Estilos Italianos), el triunfo es real.
Ejemplos de Grape Ale
Según la guía BJCP, en el estilo Grape Ale, "las características aromáticas de una uva en particular deben tenerse en cuenta, pero no deben dominar los demás sabores." El resto de los parámetros son bastante flexibles y completos, lo que abre un enorme abanico de posibilidades para estas cervezas.
He aquí algunos ejemplos de cervezas que pueden definirse como Grape Ale:
- una cerveza ámbar ácida envejecida en roble francés con uvas pinot noir;
- una mezcla de lambics envejecidas en barrica durante más de un año con uvas merlot;
- una IPA fermentada con zumo de riesling;
- cerveza de trigo envejecida fermentada con uvas carménère;
- otra cerveza ácida, pero envejecida con orujo de cabernet sauvignon (la parte que queda de la fruta después de ser triturada para hacer vino);
- cervezas fermentadas con mosto cocido de uvas Cannonau, Nasco, Malvasia o Vermentino;
- Cerveza a base de Duchesse, utilizando las técnicas de Champagne (Remoage y Champenoise) en la producción, con 50% de mosto cervecero y 50% de mosto de uva y
- incluso una cerveza que utiliza la espuma de la fermentación del vino para provocar la fermentación del mosto de cerveza en su elaboración.
Y muchos más. Estos son solo algunos de los muchos ejemplos.
Libertad creativa, experimentación, técnica y terroir definir este nuevo estilo híbrido de bebida aún muy desconocido para el gran público, pero que ya ofrece ejemplares comerciales de altísima calidad, gran complejidad aromática y de sabor, refinamiento y elegancia.
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