Según la wikcionarioarmonizar significa poner en armonía, reconciliar, pacificar.
Sí, es así, pero en nuestro caso no se queda ahí: armonizar la comida y la bebida va mucho más allá.
Cuando hablamos de armonizar con cervezasHablamos de encontrar un equilibrio entre las fuerzas, ajustando la intensidad del plato a la de la cerveza.
La idea es que ninguno de los elementos destaque y así podamos construir una nueva experiencia, crear un tercer sabor y contar una nueva historia.
¿No es increíble?
Sigue leyendo y descubre cómo puedes hacerlo.
Armonización afectiva
Podemos crear armonías con cualquier tipo de bebida y cualquier tipo de comida, pero son los elementos externos los que darán vida a esta combinación.
Esto se debe a que la relación que tenemos con la comida está directamente relacionada con nuestra memoria emocional.
Puedes hacer la misma receta de tarta de queso que hacía tu abuela, exactamente de la misma manera, y colar el mismo tipo de café que tomabas en su casa, pero a la hora de probarlo, no será lo mismo.
Al fin y al cabo, era la casa de la abuela, en aquella increíble granja que olía a bosque y a leña quemada, y te recordaba las largas vacaciones en las que tú y tus primos aún jugabais a las canicas o trepabais a los árboles.
¿Qué significa eso?
Armonizar es crear una experiencia, contar la historia de ese plato, de los ingredientes de esa cerveza, dar un nuevo significado a la comida que se sirve. Y esto puede hacerse a través de los aromas, colores y texturas de la comida y la cerveza juntas.
El maridaje no es una ciencia exacta, y cada nuevo intento puede dar lugar a expectativas, frustraciones o grandes sorpresas. Pero no se trata simplemente de mezclar y combinar.
Muchos sitios y libros ofrecen tablas e ideas para la armonización, y pueden ser una buena referencia cuando se empieza. Pero la mayoría de las veces las sugerencias acaban siendo muy vagas y la falta de precisión puede llevar al principiante por mal camino.
La sugerencia de maridar carne roja con una Schwarzbier, por ejemplo, puede fracasar si el plato en cuestión es suave. carpaccio ternera.
Fundamentos de la armonización
Hay varias formas de guiarse a la hora de maridar comida y cerveza.
La primera es equilibrar la grasa de los alimentos.
La cerveza desempeña un papel fundamental en este primer diálogo entre el tenedor y el vaso.
La carbonatación de la cerveza en particular, pero también su acidez, contenido de alcohol, sal, amargor y astringencia interactúan con los alimentos.
Cuando te metes un trozo de comida en la boca, se crea una película de grasa que puede deshacerse o ablandarse tras un sorbo de cerveza, precisamente por la presencia de los elementos mencionados, dejando las papilas gustativas listas para el siguiente bocado. Esto ocurrirá siempre y es la base, el telón de fondo, del maridaje de cervezas.
Además de la intensidad de la grasa, podemos trabajar con la similitud, el contraste y la complementación.
Un toque de caramelo en el plato y la cerveza, una nota ahumada o la presencia de un mismo elemento, como los cítricos, por ejemplo, son formas casi perfectas de armonización. Lo único que hay que hacer es prestar atención a las intensidades y a si son suficientemente perceptibles en la bebida y la comida.
En contraste puede combinarse con la salinidad del plato y la dulzura de la cerveza, o el amargor del lúpulo de una IPA americana cortando el picante de un plato indio especiado.
En términos de saldoVuelvo a la historia del pan de queso: nada va mejor que una cerveza con maltas tostadas y notas de café con un queso azul, por ejemplo. Es el café con leche en versión de barra de bar. También hay un Grana Padano (o Tulha, un delicioso queso nacional de la Fazenda Atalaia, en São Paulo), con miel y un Tripel, afrutado, floral y especiado.
Y el tema se vuelve cada vez más interesante.
Cuanto más escudriñe e investigue los ingredientes de la cerveza y el plato, más material tendrá para jugar e inventar nuevas historias y maridajes, buscando siempre un nuevo sabor.
Evitar errores de armonización
Hay que tener en cuenta algunos aspectos para no equivocarse (o reducir las posibilidades de equivocarse) al armonizar:
- estilo de cervezaempezar siempre de lo más suave a lo más fuerte;
- temperatura de funcionamiento adecuadaEsto es válido tanto para la cerveza como para la comida;
- cantidades ofrecidasni demasiado de una ni demasiado poco de otra: hay cantidades ideales para equilibrar una experiencia sin que destaquen la cerveza o la comida.
Otro punto que no se suele tener en cuenta es la ambienteEvitar los perfumes fuertes, la música alta o demasiada oscuridad, por ejemplo, son formas de garantizar que el punto principal de un acto de armonización, ya sea en grupo o individual, no quede enmascarado por algún elemento externo y se convierta realmente en una buena experiencia.
En resumen, armonizar es unir y combinar los aspectos sensoriales de una cerveza y un alimento de tal manera que el puzzle se recomponga para formar una nueva imagen, agradable a la vista, al paladar y a las emociones.
>> Si desea saber más sobre este delicioso tema, eche un vistazo a nuestro Maridaje de cervezas.