Para los interesados en el mercado de la cerveza, oír hablar de cervecerías gitanas ya se ha convertido en algo habitual. El método gitano de producción es utilizado por pequeños productores que quieren introducir sus etiquetas artesanales en el mercado pero aún no disponen del capital inicial para tener su propia fábrica. La solución es "alquilar" la estructura de las cervecerías para elaborar las recetas. El nombre Roma procede de la posibilidad de emigrar a otra fábrica.
Los gitanos suelen experimentar sus recetas en casa, en la olla. En algún momento quiere emprender, pero el capital para montar una fábrica de cerveza supera fácilmente el millón de reales. Como no todo el mundo tiene un millón en el bolsillo, esta opción de negocio ha llamado tanto la atención.
Hasta aquí todo bien, pero hay algunos obstáculos. El primero y más complicado de superar es encontrar una fábrica de cerveza dispuesta a alquilar un espacio para la producción de cerveza gitana. No todas las cervecerías aceptan el intercambio de experiencias. También hay cuestiones burocráticas, como el registro de la marca y de la cerveza en el Ministerio de Agricultura y Ganadería - MAPA. Este último sólo puede hacerlo la cervecería propietaria de la fábrica. Si el esfuerzo sale bien, la fábrica de cerveza anfitriona pronto se quedará sin espacio para expandirse, lo que limitará su crecimiento.
Desde el punto de vista de la gestión, el modelo es extremadamente inteligente. El propietario de la marca y de los ingresos puede trabajar en cuestiones de marketing -comunicación, comercialización y distribución- sin preocuparse tanto de la producción y de las enormes inversiones en tecnología que son necesarias para una planta industrial. El propietario de la fábrica, por su parte, puede centrarse en cuestiones de producción y calidad.
Parece que aquí puede nacer un nuevo mercado. Ya hay estudios sobre la creación de cervecerías que no tienen marca propia, sólo crean la planta industrial y alquilan el equipo y la mano de obra a varias cervecerías gitanas. ¿Quién gana con esto? El consumidor que tiene cada vez más opciones para elegir. Brindemos por el nuevo comienzo de 2015.