Una visión general de los ingredientes de la cerveza.
¿Sabes qué ingredientes componen nuestra cerveza diaria?
¿Has pensado alguna vez en elaborar cerveza en casa pero no tenías ni idea de por dónde empezar?
Por cierto, ¿sabes lo que es la cerveza?
¿Qué tal si empezamos con algunas definiciones para poder entrar en este universo?
La cerveza es: una bebida fermentada a base de cereales malteados con adición de lúpulo y levadura.
Así pues, para hacer cerveza se necesitan al menos cuatro ingredientes: agua, malta, lúpulo y levadura.
Pero la cerveza puede ser más que eso.
Existen innumerables posibilidades que sólo podremos comprender cuando conozcamos bien cada elemento de la composición básica. Así que ¡manos a la obra!
¿Qué esa tal malta?
La malta aporta diferentes aromas, colores y sabores y es un ingrediente indispensable en el proceso de fabricación de la cerveza.
Pero, ¿sabe de dónde procede la malta?
La malta es el resultado del proceso de malteado, que puede resumirse como la germinación controlada de los cereales. En este proceso, el grano sufre reacciones enzimáticas que lo modifican internamente, facilitando la exposición de las sustancias necesarias para producir cerveza
La cebada es el grano más conocido, pero pueden maltearse diversos cereales como el trigo, la avena, el centeno y el sorgo.
¿Y el lúpulo?
El lúpulo es una planta trepadora perteneciente a la familia de las cannabáceas y originaria de las regiones templadas del hemisferio norte.
Se considera la especia esencial de la cerveza y confiere a la bebida sus aromas, sabores y, sobre todo, su amargor.
Además de ser un conservante, también contribuye a la estabilidad de la espuma y al proceso de clarificación.
Se clasifican de dos maneras: lúpulo aromático o lúpulo amargo, y sólo la planta hembra se utiliza en la cerveza debido a la presencia de aceites esenciales y al contenido de ácidos alfa que contiene.
¿Qué hace la levadura?
La función principal de la levadura es la producción de alcohol en la cerveza.
Las levaduras consumen las pequeñas moléculas de almidón que llegan a la cerveza a través de la malta. Uno de los subproductos generados a partir de esta "alimentación" es el alcohol.
Un parámetro fundamental para que la levadura pueda trabajar es la temperatura y es la temperatura la que define la cerveza como Ale o Lager.
En ales son cervezas de alta fermentación y utilizan levaduras que funcionan mejor a temperaturas entre 18ºC y 21°C.
Lagers son cervezas de fermentación baja y utilizan levaduras que funcionan mejor a temperaturas entre 10ºC y 13°C.
Este proceso de fermentación influye directamente en el resultado final de la cerveza, pero ese es un tema para otro artículo.
¿Influye el agua en la cerveza?
La cerveza se compone de aproximadamente 95% de agua, por lo que la calidad y el tipo de este ingrediente son importantes en el proceso de elaboración.
También hay que tener en cuenta el impacto económico y medioambiental, ya que el consumo total de agua en una microcervecería oscila entre 6 y 10 litros de agua por litro de cerveza producida.
En la composición del agua influyen las características del suelo en el que se encuentra, por eso hay quien dice que la cerveza sólo se fabrica en Alemania pilseners calidad, por ejemplo.
Pero hoy en día, ¡eso es sólo un MITO!
El agua puede corregirse con sales químicas, según su receta. Los sulfatos, por ejemplo, acentúan el amargor y la sequedad del lúpulo, reproduciendo las aguas de la región inglesa de Burton-on-Trent.
¿Y qué más? ¿Cuáles son los otros ingredientes de la cerveza?
El agua, la malta, el lúpulo y la levadura son esenciales, pero también podemos añadir frutas, maderas y especias para conseguir notas especiales de aromas y sabores que los ingredientes básicos no pueden proporcionar.
Un ejemplo son las witbier, las saison y las cervezas de frutas, entre otras, que contienen especias como cilantro, guindillas y frutas. in natura, cristalizada o también solo las cáscaras.
Los aceites esenciales de flores y hierbas también pueden formar parte de la cerveza y existen innumerables posibilidades para elaborar recetas.
Beber cerveza está bien, ¡pero poder beber tu propia cerveza es fantástico!
Es un proceso que requiere mucho trabajo, la ciencia que implica es compleja, pero estudiar las materias primas y su proceso y beber tu propia cerveza al final merece la pena.
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